Antes de responder a esta pregunta, debemos ubicarnos en tiempo y espacio, para entender el concepto de evangelio nuevo. Cuando el apóstol Pablo advirtió esto, existía en ese momento «como lo existe ahora» una corriente de los [Yah´udim] que querían judaizar a los gentiles; intentando modificar o cambiar lo ya establecido. A raíz de este conflicto se convocó el Concilio de Jerusalén, registrado en Hechos 15; decidiéndose cuáles leyes y cuáles no, dentro del evangelio de Gracia, iba a regular a los gentiles.
Entendiendo este contexto, y la problemática, respondemos la pregunta: El evangelio nuevo: es aquel que difiera de lo decidido en el Concilio de Jerusalén. Añadir a lo establecido en el Concilio de Jerusalén: lo entendemos como «judaizar»; quitarle a lo decidido, es: «gentilizar», altivez, insubordinación a la autoridad y cobertura apostólica. Tomando en consideración esto, decimos que: Estamos edificando con base en lo autorizado por los apóstoles y, advertimos; que todo lo que no nazca y se desarrolle a partir de esta raíz «de lo decidido en el Concilio de Jerusalén»: Es judaizar, si se añade; o gentilizar, si se le quita.